“se adormiló suavemente con la languidez mística que brota de los aromas del altar, del frescor de las pilas de agua benita y del resplandor de las velas”

“esas comparaciones de prometido, esposo, amante celestial y de matrimonio eterno, que se repiten en los sermones, le despertaban en lo hondo del corazón ternezas inesperadas”